Él, que vuelve a tocar mi alma cada vez que lo desea… con tan sólo una mirada.
Hay miradas que son expresivas, otras alegres, tristes, melancólicas, plenas, amorosas… hay miradas que son cómo las caricias… las sientes en la piel.
Hay susurros al oído tiernos, hay amenazadores, los hay de cualquier forma. Cuida que lo que te digan en voz baja siempre sea dicho con un sentimiento: amor.
Hay palabras que elevan, hay palabras que duelen, hay palabras que se añoran y otras que no se extrañan.
Hay amor de hoy, de ayer y de mañana… pero que sea él (o ella), pero que sea la misma persona, pero que sea esa persona con sus miradas, sus caricias, sus susurros, sus palabras y todo esto con su amor.